Capitulo Primero



CAPÍTULO 1: LA NOCHE DE LA INICIACIÓN





Capitulo 1 - BCN Vamp





Era el último metro de la noche. Línea 2 de la ciudad de Barcelona.
En el vagón del final, tan sólo habían dos personas: un joven y un hombre mayor que vestía ropa sucia, llena de rotos e impregnada de un olor nauseabundo, posiblemente un sintecho.
Se le acercó el chico, el cual pudo comprobar que el pobre hombre se encontraba profundamente dormido.
Pensó que era una víctima más de la sociedad y al que seguramente nadie echaría de menos.
Perfecto, sería su primer trabajo de iniciación, las circunstancias eran favorables.
Quería probar él mismo qué se sentía al hacerlo y después.
Poco a poco, para no hacer ruido alguno, extrajo del bolsillo de su chaqueta una especie de objeto metálico del que salían dos púas.
Se sentó al lado del indigente, le acercó el objeto al cuello y se lo clavó rápidamente lo más fuerte que pudo.
El sintecho despertó e intentó gritar, pero de su garganta sólo salió un gorgoteo que se fue apagando, al mismo tiempo que su vida al extraerle el joven el arma mortal y empezar a brotar la sangre.
Tampoco le hubiera escuchado nadie, puesto que estaban pasando por un túnel y el conductor quedaba muy lejos.
El metro paró en la estación de La Verneda, donde se apeó el joven, aprovechando que la salida daba a una pequeña zona industrial y que a esas horas estaría muy poco transitada.
Al principio estaba nervioso por si algo había podido salir mal, pero al estar más cerca de su hogar, le iba subiendo una especie de carga eléctrica por todo el cuerpo.
Estaba sintiendo el poder, el poder de quitar la vida.
Se había iniciado.
Pero su trabajo iba a ser mejorado, ya que no percibió que al momento de bajarse él del vagón, algo misterioso entraba en el habitáculo.
Una extraña sombra, perturbada por el fuerte olor a sangre que había sentido, se abalanzó sobre el cadáver y sació su inmensa sed.
Una sed que hacía mucho que no sentía con tanta intensidad, pero que el joven asesino sin saberlo, había provocado...

CAPÍTULO SEGUNDO: El profesor